(Article a publicar al Diario de Teruel)
“José Miguel Gràcia
En los últimos años, el sentimiento general de europeidad ha ido decayendo de forma espectacular en la mayoría de los países de la Unión Europea. Casualmente, o no tan casualmente, este período coincide con un auge de los gobiernos de derechas, con el advenimiento de la crisis económica, y, evidentemente, con la decadencia de la socialdemocracia y los principios que la sustentan. Los ciudadanos lo han querido así.
Como no podría ser de otra manera, las medidas anticrisis generalmente se han dictado desde los principios neoliberales sin importar la conculcación de derechos de los ciudadanos —Estado del bienestar—, sobre todo en aquellos países más heridos por la crisis. Y siempre se justifican las medidas tomadas bajo la afirmación de que era el único camino para salir de la crisis, dentro de la única política posible. El directorio Mercozy, autoproclamado salvadores de Europa, ha jugado a defender exclusivamente sus intereses; y los otros países, o han ido aceptando las medidas a regañadientes, los menos, o las orejeras neoliberales les han impedido ver el abanico de medidas y políticas económicas posibles y más eficaces. Hemos llegado a la Europa de pensamiento único gubernamental. Nos hemos quedado sin materiales progresistas para construir el edificio del crecimiento económico. A este respecto, no se pueden subestimar las ideas de los que defienden que nuestro planeta no puede soportar el crecimiento global y permanente, los recursos terrestres son limitados.
Pero volviendo a nuestra crisis, lo más grave es que se ha confundido la causa con sus consecuencias. Estamos hartos de escuchar que hay que combatir el déficit para salir de la crisis, como si ésta fuera motivada por aquel; por el contrario, es el déficit por falta de ingresos la consecuencia de la crisis. Y para reducir el déficit se recortan drásticamente los gastos públicos y se reducen los sueldos. Y cuando se pretende buscar nuevos ingresos se acude a las tasas y “copagos” que es lo mismo que reducir los sueldos a la clase media y baja y a los pensionistas. ¿Y los impuestos qué? En una sociedad sin elevados impuestos progresivos no puede haber Estado de bienestar.
Y mientras tanto los grandes problemas de Europa, el crecimiento económico y la inoperancia del Banco Central Europeo, parecen ser temas baladíes. Los dirigentes de esta institución financiera, imbuidos por la ideología predominante, esperan lo que decidan lo “mercados”. ¿Cómo van a salir de la crisis los países que pagan su deuda al 6 por ciento o más, frente a otros que lo hacen a menos del 2? ¿Quién manda en Europa? ¿Para que sirven sus instituciones? La Unión Europea cada vez es menos unión. Francia y Alemania quieren suspender el tratado de Schengen “temporalmente”. Europa se diluye.
El caso de España es paradigmático en todo lo que hemos dicho anteriormente, pero con el añadido del gran problema del paro, originado en un principio por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Y existe además otro gran problema en España, del cual se habla poco, el astronómico endeudamiento privado. No pensemos solamente en los créditos hipotecarios que se concedieron a las familias, más importantes fueron los créditos que bancos y cajas concedieron a los constructores, promotores y especuladores inmobiliarios y a otras empresas. Una gran parte de ellos no se han devuelto, ni nunca se devolverán. He aquí la gran crisis de cajas y bancos. Con la política de protección a las instituciones financieras, que dan como resultado las reestructuraciones, las fusiones i la banquerización de las cajas, estamos desplazando los costes de estas operaciones a toda la sociedad: aumento del paro al forzar los despidos, ratings a la baja y diferenciales de la deuda a la alza, aumento de los intereses de nuestra deuda pública y dificultades de financiación, etc., etc. En el fondo y en cierta manera estamos convirtiendo la deuda privada española en deuda pública. ¿Dónde fueron a parar los beneficios de la burbuja inmobiliaria?
Si alguna cosa tengo clara es que con las políticas de recortes de gastos y derechos únicamente, tal como se está haciendo por parte del gobierno, nos hundiremos irremediablemente. Si no se aplican políticas activas de crecimiento —animar las exportaciones, inversiones racionales, animar el consumo, incrementar la productividad real de la industria…—, si la UE no cambia drásticamente su forma de entender la política de financiación de los países a través del Banco Central Europeo y Alemania sigue mandando de la forma que lo viene haciendo, España se irá hundiendo sin tocar fondo. A más recortes, menos actividad económica, a menos actividad económica mas paro, a más paro más déficit, a más déficit mas recortes y seguirá la espiral decreciente del pozo sin fondo. Capitales que empiezan a huir, ciudadanos que pierden sus derechos día a día y un oscuro futuro para nuestra juventud. ¡Ojala! estuviera equivocado.”
Filed under: Economia | 1 Comment »